La Única Forma de Escape

(The Only Way of Escape)

La única forma de escapar de la cautividad de los espíritus malvados es arrepentirse y creer en el evangelio. Este es el escape que Dios ha provisto. Nadie puede destruir las fuerzas malignas sobre las ciudades y liberarlas por completo o parcialmente. Hasta que una persona se arrepienta y crea en el evangelio, se encontrará dentro de la ira de Dios (ver Juan 3:36), lo que incluye estar atado por el poder de espíritus malvados.

Por esto es que no hay grandes cambios en las ciudades donde se dan conferencias y sesiones de guerra espiritual, pues nada ha ocurrido que afecte las jerarquías de demonios que reinan sobre esa zona. Los cristianos pueden gritar a los principados y a las potestades todo el día y toda la noche; pueden tratar de atormentar al demonio con sus llamadas “lenguas guerreras”; pueden decir, “te ato espíritu malvado que estás sobre esta ciudad” un millón de veces; aún más, pueden hacer todo esto desde un avión y en el último piso de un rascacielos (como algunos lo hacen) y la única forma en que los espíritus malvados pueden ser afectados es con un ataque de risa provocado por las acciones de los cristianos ignorantes.

Sigamos adelante con nuestro mito moderno número seis acerca de la guerra espiritual.