Y Ahora, Atar y Desatar

(And Now, Binding and Loosing)

Finalmente, después de prometer a Pedro que le daría las llaves del reino de los cielos, Jesús habló acerca de atar y desatar, su quinta expresión figurativa en el pasaje que estamos considerando.

Dentro del contexto de esta declaración que ya hemos examinado, ¿Qué era lo que Jesús quería decir? ¿Cómo se aplica la frase de atar y desatar en relación con Jesús construyendo la iglesia, salvar a la gente de ir al Hades, y proclamar el evangelio?

Existe únicamente una posibilidad. Jesús simplemente quería decir, “Yo te autorizo como representante del cielo. Ejerce tu responsabilidad sobre la tierra, y el cielo te respaldará”.

Si un jefe de ventas le dice a su vendedor, “cualquier cosa que hagas en otro país será hecho también en la oficina central” ¿Cómo interpretaría el vendedor las palabras de su jefe? Él puede pensar que fue autorizado a representar a su oficina en ese país. Todo lo que Jesús quería decir era que Pedro, en la tierra, estaba autorizado para representar a Dios en el cielo. Esta promesa para Pedro fue un apoyo para su confianza a la hora en que él comenzó a proclamar el evangelio bajo la crítica de los fariseos y escribas, personas que pensaban que ellos eran los autorizados de Dios para ser sus representantes, y a quienes tiempo atrás, Pedro también había reverenciado.

Esta interpretación en particular de las palabras de Jesús armoniza con su segundo uso de la misma expresión, encontrada dos capítulos después del primer pasaje en el evangelio de Mateo:

“Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndelo estando tú y él solos; si te oye, has ganado a tu hermano. Pero si no te oye, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. Si no los oye a ellos, dilo a la iglesia, y si no oye a la iglesia, tenlo por gentil y publicano. De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra será desatado en el cielo. Otra vez os digo que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra acerca de cualquier cosa que pidan, les será hecho por mi Padre que está en el cielo, porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mateo 18:15-20, énfasis agregado).

En este segundo pasaje que menciona el atar y desatar no hay nada en absoluto en el texto que nos lleve a creer que Jesús estaba hablando de atar o desatar espíritus malignos. Aquí Jesús habló de atar y desatar directamente después de hablar de la disciplina de la iglesia.

Esto pareciera indicar que en referencia a atar y desatar en este pasaje, Jesús quería dar a entender algo como, “te doy la responsabilidad de determinar quién debe estar en la iglesia y quién no. Es tu trabajo. Mientras cumples con tu responsabilidad, el cielo te respaldará”.

En una aplicación más amplia, Jesús simplemente estaba diciendo, “Tú estás autorizado en la tierra para ser representante del cielo. Tú tienes responsabilidades, y mientras cumples con tus responsabilidades sobre la tierra, el cielo siempre te apoyará”.