El Ejemplo de Cristo

(Christ's Example)

Jesús tiene otras cosas qué decir respecto al dinero. Sin embargo, sus enseñanzas las brindó con su ejemplo, como lo debería hacer cada ministro que hace discípulos. Él practicó lo que predicó. ¿Cómo vivió Jesús? Jesús no hizo tesoros en la tierra, quizá pudo fácilmente explotar su ministerio y ser muy rico. Muchos ministros con dones especiales han asumido erróneamente que si sus ministerios atraen dinero, es porque Dios quiere que sean ricos. Sin embargo, Jesús no usó su unción para ganancia personal. El dinero que se le daba lo usaba para hacer discípulos. Él se encargó de sustentar las necesidades de sus discípulos.[1]

En nuestros días, los discípulos jóvenes tienen que pagar para ser enseñados por los ministros en las escuelas bíblicas. Pero Jesús hizo exactamente lo opuesto.

Jesús vivió una vida de confianza, creyendo que su Padre supliría todas sus necesidades y las necesidades de los otros que estaban con Él.

Algunas veces, era invitado a banquetes y cenas y otras veces le vemos comiendo espigas del campo (ver Lucas 6:1).

En por lo menos dos ocasiones Jesús proveyó comida para miles de personas que le escuchaban. ¡Qué diferente es esto de las conferencias modernas donde el que quiere oír debe pagar la entrada! Cuando proveemos el alimento para aquellos que asisten a nuestras conferencias, hay quienes se burlan de nosotros al decir que “le pagamos a la gente para que nos escuche”. Pero en realidad, sólo estamos siguiendo el modelo de Jesús.

Jesús también cuidó del pobre, y su grupo mantenía una caja de ahorros de donde se hacía la distribución. Dar al pobre era algo tan regular en el ministerio de Jesús que cuando Él le dijo a Judas que trabajara rápido en la última cena, los demás discípulos asumieron que Judas iba a comprar más comida para el grupo o que iba a llevar dinero a los pobres (ver Juan 13:27-30).

Jesús verdaderamente amaba a su prójimo como a sí mismo, y así vivió con simpleza y compartiendo con otros. No tuvo que arrepentirse ante la prédica de Juan el Bautista quien dijo que el hombre que tenía dos túnicas debía compartir una con el que no tiene (ver Lucas 3:11). Jesús sólo tenía una túnica. Aunque algunos predicadores de la prosperidad tratan de convencernos de que Jesús era rico porque usaba una túnica, que es una prenda interior, sin costura (ver Juan 19:23), una prenda que supuestamente sólo la usaban los ricos. Es increíble el significado que se puede encontrar en la Biblia si alguien quiere probar lo que abiertamente se contradice en numerosas escrituras. Podríamos entonces asumir absurdamente que Jesús intentaba esconder sus riquezas, porque no usaba una prenda de vestir exterior sin costura.

Jesús tiene tanto que decir acerca del dinero que no tenemos tiempo para considerarlo todo. Sin embargo, consideremos algunas de las enseñanzas más comunes de los modernos predicadores de la prosperidad que son partidarios de torcer las escrituras y de engañar a los creyentes.


[1] Los predicadores de la prosperidad usan este hecho para decir que el ministerio de Jesús era próspero. No hay duda de que Dios suplió las necesidades de Jesús para que llevara a cabo su misión. La diferencia entre Jesús y los predicadores de la prosperidad es que Jesús no era egoísta, y no gastó el dinero de su ministerio para enriquecerse personalmente.