La Tribulación Mundial Comienza

(Worldwide Tribulation Begins)

“Entonces os entregarán a tribulación, os matarán y seréis odiados por todos por causa de mi nombre. Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se odiarán. Muchos falsos profetas se levantarán y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Pero el que persevere hasta el fin, este será salvo. Y será predicado este evangelio del Reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:9-14, énfasis agregado).

De nuevo, si les hubieras preguntado a esos que escucharon a Jesús ese día, “¿esperas estar vivo para cuando todas estas cosas se lleven a cabo?” Ellos ciertamente hubieran contestado afirmativamente. Jesús continuaba usando el pronombre personal ustedes.

Como lo acabamos de leer, después del “principio de dolores”, vendrán eventos que ciertamente todavía no han ocurrido, un tiempo de persecución mundial de los cristianos sin precedentes. Seremos odiados por “todas las naciones” o literalmente por “todos los grupos étnicos y tribus”. Jesús estaba hablando de un tiempo específico donde esto ocurriría, no un tiempo general de más de cien años, pues Él dijo en la siguiente oración, “muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se odiarán”.

Sus palabras claramente hablan de la caída de varios creyentes cristianos que odiarán a otros creyentes, pues los no creyentes no pueden caer, y ellos ya se odian los unos a los otros. Por esto, cuando la persecución mundial comience, el resultado será una gran apostasía de muchos que decían ser seguidores de Cristo. Aunque sean verdaderos o falsos creyentes, ovejas o cabritos, muchos caerán, y ellos revelarán la identidad de otros creyentes a las autoridades que los persiguen, odiando a aquellos que antes amaban. El resultado será la purificación de la iglesia alrededor del mundo.

También surgirán los falsos profetas, sobre todo uno que es figura prominente en el libro de Apocalipsis como el cómplice del anticristo (ver Apocalipsis 13:11-18; 19:20; 20:10). La injusticia aumentará hasta llevarse el poco amor que quede en los corazones de las personas, y los pecadores serán implacables.